Llovió durante toda la jornada en Monzón, circunstancia que redujo el número de pintores respecto de ediciones anteriores. En total participaron 51 pinceles, la mitad de ellos infantiles.
Néstor Sanchís, de San Feliu, de Guixols. fue el segundo premio y Juan José Catalá, de Lérida, el tercero. Se repartieron un total de catorce premios. El premio local se lo llevó Sheila Hospital, y el popular por votación del público Javier Riaño, de Zaragoza. El Patronato invitó a comer a los participantes.

La presidenta del Patronato de Cultura, Elisa Sanjuán, agradeció el esfuerzo y el interés de los desplazados desde ciudades aragonesas y catalanas alejadas de Monzón. El día lluvioso (el cielo no dio tregua) obligó a los pintores a usar la imaginación a la hora de plantar los caballetes. Así, muchos optaron por situarse debajo de los puentes sobre el Sosa, otros buscaron el resguardo de los porches del Ayuntamiento, y no faltaron los atrevidos que se guarecieron con pequeñas lonas y acabaron “chupidos”.La anécdota entrañable la protagonizó Aída Delafuente, una niña de año y medio que presentó un dibujo en un folio y a la que el jurado le concedió un regalo especial.
