El perímetro de Trillo se llenaba de destellos cercanos, tamizados por la visión de los artistas contra el reloj. Muchos vecinos, que habían estado siguiendo el decimotercer concurso por las calles y márgenes del Tajo, se acercaron a ver la exposición con todas las obras terminadas.
Mientras la Plaza se embellecía con óleos y acuarelas, el jurado, que presidió Francisco Moreno, alcalde de Trillo, y que estuvo integrado por los pintores Natalia Nombela, Daniel Aguirre-Acebal y Javier Bodega, se reunía en la Casa Consistorial para emitir su fallo.
Al filo de las 19:30 horas, cuando el calor comenzaba a dar un respiro, el propio Javier Bodega se encargó de hacer público el fallo desde la balconada del Ayuntamiento. La ganadora absoluta fue la pintora madrileña Irene Cuadrado Hernández. Su óleo, el número 40, representaba el puente sobre el río Cifuentes construido en el año 1951. Su diseño y la responsabilidad de construcción correspondió al cantero trillano Eugenio Bodega.
Premios y premiados:
Primer Premio: 1.800 euros. Irene Cuadrado Hernández:
Segundo Premio: 1.500 euros. Antonio Barahona:
Tercer premio: 1.200 euros. Juan Manuel Camps Guisado:
Cuarto premio: 1.000 euros. Miao Du. Primer Premio Acuarela: 800 euros. Pablo Rubén López Sanz. Segundo Premio Acuarela: 400 euros. Paco Camps Tocornal. Premio Hermanos del Val: 400 euros. Fermín García Sevilla. Premio Cantería Ledesma: 400 euros. Francisco Javier Sanz. Premio ASYCAR: 400 euros. Sonia Villarroya Sanahúja. Premio CASA DAVID: 400 euros. Cristóbal León García. Premio Balneario Carlos III: Un fin de semana para dos personas en régimen de pensión completa en el balneario de Trillo. Laura Villarroya Sanahúja.
El portavoz del jurado, Daniel Aguirre-Acebal, opinó que el nivel del concurso hay sido muy interesante. Me sorprendió gratamente comprobar como el concurso ha evolucionado en los últimos cuatro años, desde la última vez que tuve el placer de valorarlo. Se nota que en estos años se ha trabajado bien, y esto ha propiciado su crecimiento. Hay muchos premios, y esto motiva a los pintores”, aseguraba ayer.
Sobre la forma de valorar la pintura, Aguirre-Acebal decía que el jurado tomó en cuenta diferentes factores. “Por un lado el aspecto técnico, y por otro, el nervio poético que hay detrás de la imagen. Todo tiene que encajar con una cuestión factual y de realismo, pero hay un aspecto interpretativo también. De hecho, este año el primer premio no es cuadro más realista. La ganadora ha representado una imagen dentro de un acorde cromático muy particular. Se lo ha pensado muy bien, y ha logrado un trabajo especial de bella factura externa que transmite además una gran emoción interna”.
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