Los participantes -procedentes de media España- se vieron forzados, ya con las pinturas empezadas, a trasladarse de dichas calles a la plaza del Pilar, tras la queja de un vecino. "Es la primera vez en mi vida que me ocurre algo así. No estamos pidiendo ni delinquiendo, simplemente estamos plasmando en un cuadro lo que vemos", declaró Pep Castells, uno de los organizadores del certamen.
Las autoridades explicaron que un vecino alrededor de las 10.30 horas de la mañana, les había llamado quejándose de la instalación de altavoces para el desfile. Los agentes comunicaron que la actividad pictórica debía realizarse entre los números 1 y 7 de la plaza del Pilar. Figurense ustedes, cuarenta pintores en media docena de portales.
La actividad de pintura se encuadraba dentro de los actos organizados por la falla en dicha plaza, entre los cuales se celebró un desfile de falleras y falleros. Para todo ello la comisión fallera contaba con los permisos pertinentes, que fueron requeridos por la policia a su llegada.
"Los municipales han empezado a decirnos que recogiéramos todo o nos denunciaban", explican los pintores que estaban fuera de la plaza. «Yo he pintado en las calles de Nueva York», reprochaba uno de ellos. «Pues vete a pintar allí», replicó el agente, según los testigos. "Nos parece indignante lo que ha pasado. ¿La gente se puede parar a hacer fotos y nosotros no nos podemos parar a pintar? Lo hacemos cada semana por plazas y calles de muchas ciudades de España sin ningún problema. ¿Por qué aquí es un delito?".
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